Cuando arrancamos con la creación de nuestro pequeño rincón en Sanlúcar de Barrameda queríamos que fuera diferente, se tenía que diferenciar por ser un hotel que respetara el medio ambiente desde su construcción, desde la base.
¿Y por qué desde su construcción?
Porque nos parecía muy importante que el propio edificio fuera autosuficiente energéticamente y que además fuera respetuoso con el entorno, tanto a nivel eco como estético.
Por eso, sin perder de vista la esencia de la casa sanluqueña que fue, hemos creado un hotel que respeta en todos los aspectos el medio ambiente.
El hotel está construido bajo el concepto de casa pasiva, es decir, está construido de forma que no tenga «fugas» de calor ni de frío para así evitar el uso excesivo de calefacción y aire acondicionado.
Para conseguir este efecto de casa pasiva se ha aislado todo el perímetro exterior de la casa, además se han aislado paredes interiores, techos, suelos, etc, todo lo necesario para que el ahorro energético del hotel sea máximo; ahorrando energía contaminamos menos, y eso para nosotros es clave.